ROMA.- El
Gobierno italiano ha acordado elevar hasta el 2,4 % del PIB el objetivo
de déficit para 2019, tal como exigían los dos socios de la coalición,
la Liga y especialmente el Movimiento Cinco Estrellas, informó un
portavoz del Ejecutivo.
"Acuerdo
alcanzado con todo el Gobierno sobre el 2,4 %. Estamos satisfechos. Son
las cuentas del cambio", señaló el portavoz citando a los dos
vicepresidentes del Gobierno, Luigi Di Maio, líder del antisistema M5E, y
Matteo Salvini, de la ultraderechista Liga.
Según
las fuentes, el ministro de Economía, el independiente Giovanni Tria,
que hasta hoy insistía en mantener el techo en el 1,6 %, ha aceptado el
cambio, en la reunión celebrada esta tarde entre los principales
responsables del ejecutivo para fijar el llamado Documento de Economía y
Finanzas (DEF).
Los
analistas esperan la reacción de los mercados a estos planes de
elevación de gastos de un país con una elevada deuda pública que supera
el 130 % del producto interior bruto (PIB).
El
anterior Gobierno del PD (centroizquierda) ya dejó redactado en abril
de este año este plan macroeconómico, con los objetivos de crecimiento y
déficit para el próximo trienio, pero la actual coalición populista, y
especialmente el M5S, llegó al poder con promesas electorales que
exigían aumentar el gasto.
"Hoy
es un día histórico. Hoy ha cambiado Italia", escribió el líder del M5E
y ministro de Trabajo y Desarrollo Económico, Di Maio, en su cuenta de
Facebook.
"Por
primera vez, el Estado está de parte de los ciudadanos. Por primera vez
no quita, sino que da. Los últimos son finalmente los primeros porque
hemos sacrificado los privilegios y los intereses de los potentados.
Estoy feliz. Juntos hemos demostrado que cambiar el país se puede y que
hay dinero", añadió.
Para
el político antisistema, cuyo partido fue el más votado en las
elecciones de marzo, "hemos traído a casa las cuentas del pueblo, que
por primera vez en la historia de este país elimina la pobreza gracias
al ingreso básico, para el cuál hay 10.000 millones (de euros), y
relanza el mercado del trabajo".
El
acuerdo para elevar el techo de déficit se alcanzó durante una larga
reunión de varias horas hoy entre los dos vicepresidentes, el primer
ministro, Giuseppe Conte, y el titular de Economía, Tria.
La
reunión estuvo precedida por fuertes tensiones en el seno del Ejecutivo
por las presiones de ambos líderes euroescépticos sobre Tria, para
aumentar ese techo de déficit hasta el 2,4 % y poder así aplicar las
promesas electorales.
El
ministro de Economía abogaba por un fuerte control del déficit en el
1,6 % del PIB, tal como lo estimó el anterior Ejecutivo del Partido
Demócrata (PD, centroizquierda) para evitar el aumento de la deuda
pública italiana.
Incluso se había especulado con su posible dimisión en caso de no soportar las presiones y perder el pulso.
Antes
de la reunión, Di Maio dejó claras sus líneas rojas: "no retrocederemos
ni un milímetro sobre el ingreso básico universal... será un
presupuesto valiente para la gente".
En
la misma línea, Salvini apoyó superar el 2 % porque "el derecho al
trabajo, a la felicidad de millones de ciudadanos merece unos pocos
números".
El
M5S prometió en campaña electoral un subsidio para los parados de 780
euros, la Liga apostó por una drástica bajada de impuestos, con una tasa
única para todas las rentas del 15 %, y ambas formaciones defendieron
reformar el sistema de pensiones para bajar la edad de jubilación, entre
otros compromisos.
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