PARÍS.- La Asamblea Nacional de Francia aprobó
hoy en primera lectura el proyecto de presupuesto para 2017, el último
del actual mandato del Partido Socialista. El plan quedó avalado con 287 votos a favor, 243 en contra y 22 abstenciones.
Entre las novedades del proyecto se incluye la baja de impuestos para los hogares y las empresas, así como un alza de créditos para el empleo, la seguridad y la educación.
En este sentido, varios sectores se beneficiarán de un incremento de su presupuesto como la educación, con un aumento de tres mil millones de euros; el Ministerio del Empleo, con dos mil millones suplementarios; y la seguridad, con un alza también de dos mil millones.
Asimismo, se planea un crecimiento económico de 1,5 por ciento, así como un aumento de los ingresos al pasar de 301,7 mil millones a 307.000 millones de euros.
Desde la derecha, los detractores cuestionaron las posibilidades reales de conseguir el objetivo declarado de reducción del déficit público y situarlo por debajo del tres por ciento, tal como demanda la Comisión Europea.
Ahora el proyecto deberá pasar a examen en el Senado, donde se espera que la mayoría conservadora lo rechace sin debatir, con lo cual volvería a la Asamblea.
Entre las novedades del proyecto se incluye la baja de impuestos para los hogares y las empresas, así como un alza de créditos para el empleo, la seguridad y la educación.
En este sentido, varios sectores se beneficiarán de un incremento de su presupuesto como la educación, con un aumento de tres mil millones de euros; el Ministerio del Empleo, con dos mil millones suplementarios; y la seguridad, con un alza también de dos mil millones.
Asimismo, se planea un crecimiento económico de 1,5 por ciento, así como un aumento de los ingresos al pasar de 301,7 mil millones a 307.000 millones de euros.
Desde la derecha, los detractores cuestionaron las posibilidades reales de conseguir el objetivo declarado de reducción del déficit público y situarlo por debajo del tres por ciento, tal como demanda la Comisión Europea.
Ahora el proyecto deberá pasar a examen en el Senado, donde se espera que la mayoría conservadora lo rechace sin debatir, con lo cual volvería a la Asamblea.
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