MADRID.- España podría convertirse en el
destino de las empresas de finanzas tecnológicas ubicadas en Reino Unido
si salen del país tras el "brexit", aunque es necesario crear un
entorno adecuado, según el economista Mario Cantalapiedra, considerado
una de las personas más influyentes del sector.
España compite con otros países, como Alemania, para atraer a las
compañías "fintech" interesadas en mantener su actividad en la Unión
Europea cuando Reino Unido invoque el artículo 50, por lo que este
experto recomienda "aprovechar el momento y estar atentos" para que
estas empresas de inversión se establezcan en España.
"Habrá que crear las condiciones que propicien ese
movimiento hacia nuestro país; además de un entorno empresarial
adecuado: normativas, fiscalidad, ayudas... Una vez más, la palabra
clave es confianza", apunta el economista en una entrevista recogida por
Efe de la revista del Consejo General de Economistas.
El país que busque convertirse en la próxima sede de las finanzas
tecnológicas deberá tener presente que "Londres es la capital del
'fintech'" y las autoridades de Reino Unido están "más implicadas porque
se trata de no estrangular a las pymes, pues crean riqueza económica y
empleo".
Cantalapiedra considera "interesante"
estudiar el modelo anglosajón para implantarlo en España y conseguir la
llegada de empresas "fintech" en el futuro.
Sin
embargo, en su opinión, un cambio en este sentido no solo favorecería a
las compañías extranjeras sino también a las locales, que reclaman una
regulación al estilo británico.
En esta entrevista,
el economista se muestra partidario de las plataformas de financiación
alternativa que ofrecen las "fintech" gracias a su tecnología y a las
ventajas para sus usuarios.
"Cobran menos comisiones
que los bancos y no exigen contratar productos adicionales, como hacen
ellos", explica el economista y añade que "las empresas que solicitan
financiación a través de las 'fintech' no aumentan su nivel de
endeudamiento de cara al regulador".
Entre las
distintas opciones de financiación a través de las plataformas
digitales, Cantalapiedra elige las de "crowdlending" o financiación por
varios inversores, que son las más desarrolladas en España.
Las empresas pueden obtener el dinero en menos de 48 horas y más barato
que a través de un banco, mientras que los inversores logran una
rentabilidad más alta, aunque el economista recuerda que "deben tener
muy claro el riesgo, porque pueden perder el capital invertido".
Por el momento, las plataformas de "crowdlending" no publican sus tasas
de morosidad, ya que la ley no lo exige, aunque lo establece, y esto
puede generar cierta desconfianza entre inversores.
Esta normativa, la Ley 5/2012 de 27 de abril, es menos estricta que la
de los bancos, aunque desde el sector piden más regulación para evitar
que alguna empresa "no cumpla las normas del juego y perjudique a
todas", lo que pondría en riesgo la reputación de la demás.
En sus declaraciones a la revista del Consejo General de Economistas,
Cantalapiedra tranquiliza a los inversores y recuerda que estas
plataformas exigen unos requisitos como una antigüedad mínima de dos
años, una facturación mínima de entre 50.000 y 100.000 euros anuales,
tener sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil o estar
bien capitalizadas, entre otros.
La aparición de
estos nuevos actores financieros ha generado dudas sobre la pervivencia
de los agentes tradicionales aunque, en opinión del economista, "van a
convivir, aunque habrá bancos ganadores que se adaptarán a los nuevos
tiempos, y perdedores, que no sabrán hacerlo".
Cantalapiedra tampoco cree que la figura de los asesores financieros
vaya a desaparecer por el auge de los sistemas automatizados de gestión
de inversión o "roboadvisors", pero sí puede abaratar las comisiones que
perciben muchos asesores.
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