ROMA.- El director general de la Organización de
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José
Graziano da Silva, instó hoy aquí a que la nutrición sea considerada una
cuestión pública, una responsabilidad de los Estados.
La FAO junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza en Roma hasta mañana el simposio internacional Sistemas Alimentarios sostenibles a favor de dietas saludables y mejoras de la nutrición.
En el evento se perfilan acciones para contrarrestar el creciente impacto de la malnutrición en la salud pública y en el desarrollo económico.
Al intervenir en la apertura del encuentro, Da Silva señaló la necesidad de que existan medidas de protección social contra ese mal y que los pobladores estén en capacidad de poder elegir dietas y alimentos saludables.
Por su parte el rey Letsie III de Lesotho, recién nombrado embajador especial para la nutrición de la FAO, recordó la importancia de una correlación positiva entre una alimentación adecuada y el desarrollo socioeconómico y como ello puede generar en los individuos capacidades para impulsar las agendas de desarrollo de sus países.
Para el monarca el tema es parte ahora de la agenda global, incluyendo a África, donde hasta hace pocos años era relegado en los debates y mucho menos la región era tenida en cuenta en las inversiones. Ahora, dijo, 'las cosas han cambiado para mejor'.
En nombre de la directora general de la OMS, Margaret Chan, habló en el evento Francesco Branca, director del departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de ese organismo internacional, quien destacó que alcanzar una alimentación correcta constituye un desafío para todos los países y señaló que ninguna nación está exenta de problemas como el retraso del crecimiento, emaciación, anemia y obesidad.
Los alimentos son una fuente esencial de energía que pueden sanar y constituyen un arma para hacer frente a las enfermedades crónicas y no transmisibles, precisó también la ministra italiana de Salud, Beatrice Lorenzin.
La titular abogó por programas educativos que enseñen el valor de comer bien, y promuevan culturas y tradiciones alimentarias que conlleven a una vida saludable.
En el mundo -según cifras de la FAO- unas 800 millones de personas son víctimas del hambre crónica, y más de dos mil millones tienen carencias de micronutrientes.
De igual modo, 150 millones de niños menores de cinco años padecen retraso del crecimiento por dietas inadecuadas, mientras 1.900 millones de personas tienen sobrepeso, de las cuales 600 millones están clasificadas como obesas.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la Agenda 2030 de la ONU, junto a la erradicación el hambre está la malnutrición en todas sus formas.
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