MADRID.- Varios físicos han alertado de las consecuencias que tendría
para España el cambio de huso horario, como reclaman desde hace tiempo
asociaciones como la Comisión Nacional para la Racionalización de los
Horarios Españoles (ARHOE), y afirman que el país se encuentra en la
zona horaria correcta por lo que la materialización de esta propuesta
sería "un disparate".
El catedrático del
Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de
Compostela, Jorge Mira, ha argumentado que "un cambio de huso no sólo no
arreglaría nada sino que incluso traería problemas".
Además, ha añadido
que los científicos observan "con mucho pánico que se está razonando
sobre un mapa plano cuando la Tierra es redonda" al tiempo que ha
advertido de que "se están dando argumentos que son falacias".
A su juicio, España "está en el huso correcto" y "si se
cambia, se va a generar un caos que implicaría un coste enorme".
"Es un
disparate porque el modo de vida seguiría siendo el mismo, sea cual sea
el huso, que es sólo una manecilla del reloj, porque el sol va a seguir
saliendo y se va poner igual -ha dicho-. Por ejemplo: una persona sale
actualmente a las seis de la tarde pero, con el cambio horario, saldría
de noche por lo que, como primera consecuencia, esto implicaría que la
vida se trasladaría una hora más hacia la noche. Y si para compensar, se
adelanta una hora la entrada al trabajo, nos quedaríamos exactamente
igual que como estamos ahora".
El experto también ha lamentado que se esté "razonando sobre
un mapa plano y no una esfera" por lo que no se pueden comparar los
horarios de España con los del resto de Europa.
"No se puede comparar el
norte, donde hay menos horas de luz, con el sur del continente, donde
disfrutan de más horas solares. Es una animalada y se razona falazmente
porque se hace sobre un mapa plano, aunque sea difícil de entender", ha
reiterado.
Asimismo, Mira niega que el horario actual sea fruto de una
decisión de Franco ya que, como ha recordado, durante la Guerra Civil y
la II Guerra Mundial hubo sucesivos cambios debido a cuestiones bélicas.
El científico ha precisado que, al término del conflicto, fue Charles
De Gaulle quien mantuvo el actual horario central europeo y España se
mantuvo alineada con el país vecino por lo que el origen del huso actual
"es gaullista y europeo".
Además, ha cuestionado que la Subcomisión para la Estudio de
la Racionalización de los Horarios, la Conciliación de la Vida
Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad puesta en marcha en
2013 --en cuyo informe final se abogaba, entre otras medidas, por un
cambio horario ya que incidiría "favorablemente" en la conciliación-- no
contara con ningún científico experto en estos temas "que hubiese
enseñado datos en gráficas desde una perspectiva científica" con el fin
de parar "esta bola de nieve".
Preguntado sobre si se ha puesto en contacto con la
Administración para alertar de las consecuencias de un posible cambio,
Mira ha precisado que ha trasladado sus inquietudes "de modo informal en
Galicia en los últimos años" aunque ha reconocido que "es complicado
salir de ese ámbito".
"Es muy difícil vehiculizar estas cosas en la
Administración, simplemente porque no existe un proceso abierto sobre
este asunto, más allá de las típicas declaraciones", ha denunciado.
Por su parte, el científico del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) José Fernández-Albertos, ha incidido
en la idea de que el sol "influye en los hábitos de vida".
"Es cierto
que los hábitos sí responden a la posición del sol porque, aunque sea la
misma hora legal en el este y oeste peninsular, los hábitos sociales
son diferentes porque la hora solar lo es", ha aseverado.
El científico ha indicado que "cuando el sol se pone antes
en términos de hora legal, esto hace que la gente acelere la salida del
trabajo" y ha coincidido con Mira "en que compararse con los países del
norte de Europa es un error porque tienen menos horas de sol, sobre todo
en invierno, y concentran la jornada laboral, lo que favorece la
conciliación, pero en los países del sur de Europa es más complicado
concentrar esta jornada".
En este punto, ha señalado que hay que
compararse con Japón, Estados Unidos, Italia y Portugal, "países que
están en la misma posición con respecto al sol y con los que no se
tienen costumbres tan diferentes".
Así, se ha mostrado "escéptico" sobre la posibilidad de que
cambiar el huso horario implique un cambio de costumbres. "Las
sociedades se adaptan al huso al que están. A lo mejor, a largo plazo,
se cambian cosas como el presencialismo o se acortan las comidas pero al
final seguiremos teniendo muchas horas de luz y volveríamos al punto en
el que estamos", ha afirmado. Además, ha alertado de la posibilidad de
cambiar los horarios para adecuarlos a países como Dinamarca o Noruega:
"Entonces sí que seríamos una excepción porque seríamos un país con
muchas horas de luz pero que concentra su jornada en pocas horas del
día. Y eso sí que sería un poco raro".
Mientras, el doctor en Ciencias Físicas por la Universidad
de Sevilla, José María Martín Olalla, ha coincidido con sus colegas en
que los ciudadanos "se han adaptado ya al horario existente" y que
modificar el huso horario "sólo implica cambiar un numerito que aparece
en el reloj".
"Hay países como Francia, Bélgica o Argentina cuyo hora es
distinta a la de su huso y no pasa nada, porque la Tierra sigue girando
y el mediodía sigue corriendo cada 24 horas", ha añadido.
"Si finalmente se llevara a cabo el cambio, sólo se
beneficiaría a un porcentaje de la población que tiene una jornada
laboral muy concreta --la discontinua, con pausas para comer que se
reducirían--, pero perjudicaría a los de jornada continua al retrasar la
entrada al trabajo y también la salida", ha indicado. En cualquier
caso, ha recordado que "no todo el mundo podrá salir a la misma hora ni
se podrá regular el nivel de actividad de lo que se quiera hacer a la
salida del trabajo", un aspecto que actualmente sí está regulado "de un
modo bastante razonable".
"El tema del huso horario no tiene nada que ver con la
conciliación: tiene que ver con cuántas horas se dedican al trabajo, a
comer o a lo que sea, y eso es el tiempo medido como una duración,
mientras que cuando hablamos del huso nos referimos al tiempo como una
referencia, qué hora marca el reloj en un instante, algo que es
independiente del tiempo que se usa para hacer una actividad. Son dos
conceptos diferentes", ha precisado.
Por su parte, fuentes de la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales (RAC) han señalado que el
debate sobre el cambio de huso es "político y económico".
"Desde el
punto de vista de la ciencia no hay ninguna postura que tomar", han
zanjado. Mientras, el presidente del Colegio de Geólogos, Manuel
Regueiro, ha indicado que "parece más útil estar en el huso
centroeuropeo para trabajar" aunque ha dicho que "el huso horario es
fijo, tiene que ver con coordenadas y es algo perfectamente definido y
establecido".
Finalmente, desde la Comisión Nacional para la
Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), su presidente, José
Luis Casero, ha insistido en que "la gente va a trabajar y
a estudiar sin que haya pasado un período normal de luz solar".
En la
misma línea, el coordinador general de ARHOE, Ángel Largo, ha reiterado
que España "no está en el meridiano que le corresponde (el de Greenwich)
y que los hábitos actuales han cambiado: "si amanece antes y comemos
antes, podemos salir antes del trabajo y esto sería una palanca para
otros cambios, además de lograr un beneficio para la salud".
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