BUCAREST.- El Gobierno de Rumanía no piensa dimitir después de retirar -en medio de
multitudinarias manifestaciones- el polémico decreto que despenalizaba
algunos casos de corrupción, dijo hoy el líder del gobernante Partido
Socialdemócrata (PSD), Liviu Dragnea.
"El Gobierno no tiene por qué
dimitir. Ha sido elegido legítimamente y tiene que continuar
gobernando", señaló Dragnea ante la prensa en Bucarest, tras una reunión
de la cúpula de su partido. El líder del PSD no puede ser primer
ministro por haber sido condenado por manipular un referéndum.
Tanto Dragnea como el primer ministro, el también socialdemócrata
Sorin Grindeanu, expresaron hoy que piensan en la dimisión del ministro
de Justicia, Florin Ioardache, considerado como responsable del texto
del polémico decreto.
El propio Ioardache declaró hoy que hablará con el jefe del Ejecutivo
sobre su futuro tras la moción de censura presentada hoy por el Partido
Nacional Liberal (PNL) y la Unión Salvar Rumanía (USR), ambos en la
oposición, y que se debatirá próximamente en el Parlamento de Bucarest.
“Tendré, después de que se debata y creo que se rechaza la moción,
una conversación con el primer ministro Grindeanu y, sin duda, anunciaré
la decisión inmediatamente después”, dijo Iordache.
El responsable de la cartera de Justicia precisó que la modificación
del código penal es urgente y que con la derogación se ha perjudicado al
sistema judicial.
En la noche del domingo al lunes, unas 300.000 se manifestaron en
Bucarest y otras 200.000 en decenas de otras ciudades del país, para
expresar su malestar con el Gobierno, incluyendo su dimisión.
Se trata de la ola de protestas más importante en el país balcánico
desde el final del comunismo en 1989 y es esperan más manifestaciones
esta semana.
Grindeanu, por su parte, anunció ayer que no cesará de su cargo, ya
que recibió el apoyo de millones de rumanos, y añadió que abrirá un
debate con la oposición y la sociedad civil para reformar el sistema
judicial.
No obstante, muchos de los manifestantes desconfían de las
intenciones del ejecutivo y teme que volverá a socavar la lucha contra
la corrupción.
El presidente Klaus Iohannis, que se mostró crítico con el decreto,
pronunciará mañana un discurso en el Parlamento para advertir de los
peligros de modificar el código penal en cuanto a los casos de
corrupción.
El martes pasado el Gobierno aprobó por vía de urgencia un decreto
ley que despenalizaba los casos de corrupción si causaban pérdidas al
Estado por debajo de 44.000 euros.
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