BRUSELAS.- Los grupos políticos de la Eurocámara han elevado el tono contra las
últimas decisiones del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, como el
veto a los refugiados, y han criticado que un antieuropeísta sea
embajador estadounidense ante la UE.
Los grandes grupos del Parlamento
Europeo, incluidos populares y socialdemócratas, han mostrado su rechazo
al nombramiento de Ted Malloch como embajador y han reclamado que los
Gobiernos europeos se hagan respetar ante el socio estadounidense tras
los ataques a los valores comunitarios.
La reacción de los europarlamentarios es coherente con el papel que
desempeñan, independientemente de su ideología política, si se tiene
presente que Malloch es partidario de dinamitar la Unión Europea y de
que para ello ha hecho llamamientos a debilitar el euro. Lo dijo hace
una semana en declaraciones a la BBC, donde afirmó, entre otras cosas,
que la moneda única, “no solo está en vías de desaparición, sino que
tiene un verdadero problema y podría colapsar en el próximo año o año y
medio”.
Las elecciones en Holanda, Francia y Alemania, a su juicio, “podrían
llevar a una sacudida en los fundamentos de la Unión”. A ello añadió que
la UE incluso podría desaparecer: “Personalmente, no estoy tan seguro
de que haya una Unión Europea con la que negociar el libre comercio”,
dijo. “La gente está hablando de una redefinición de la UE”. En este
sentido, dio más esperanzas a las negociaciones bilaterales entre el
Reino Unido del Brexit y Estados Unidos.
Ante este panorama, el líder del Partido Popular Europeo (PPE),
Manfred Weber, ha señalado este miércoles que la UE “no puede acreditar a
alguien como Malloch, que dice que el euro está en su recta final, que
el ‘brexit’ es solo el principio del fin. Es imposible colaborar con
alguien así”.
Tanto Weber como su homólogo de los socialdemócratas,
Gianni Pittella, han coincidido en reclamar a la primera ministra del
Reino Unido, la conservadora Theresa May, que no siga “la senda de
egoísmo” de Trump de forma que el “brexit” se convierta en “un caballo
de Troya para destruir la Unión Europea”.
Pittella ha ido más allá al
pedir a los gobiernos de la UE que se comprometan a no invitar a Trump a
suelo comunitario hasta que no cambie su postura de hostilidad a la
Unión Europea.
Antes de que empezara el debate, el eurodiputado alemán del grupo de
los Socialistas y Demócratas europeos (S&D), Jo Lienen, ha reclamado
que la UE no acredite al embajador estadounidense “designado” dada su
“hostilidad” hacia la UE e incluso que se considere a Ted Malloch
“persona non grata” en Bruselas.
Aunque la UE no requiere plácet para
los embajadores, sí existe un proceso por el que los Estados miembros
cuentan con un plazo de 30 días para rechazar una candidatura, a partir
del momento en que esta se comunica al Servicio Europeo de Acción
Exterior.
En cambio, la alta representante para la Política Exterior de la UE,
Federica Mogherini, ha evitado referirse al posible nombramiento de
Malloch. En una intervención más informativa que otra cosa, Mogherini ha
confirmado que el veto de entrada en EEUU a los refugiados no es
aplicable a aquellos ciudadanos europeos con doble nacionalidad de
alguno de los países afectados con mayoría musulmana.
Así se lo habría
aclarado el Departamento de Estado de EEUU a la vicepresidenta de la
Comisión Europea, que ha señalado que el hecho de que no afecte a
europeos “no cambia la postura europea” respecto a las medidas: “Ya
hemos dejado clara la opinión de la Unión Europea. A nadie se le puede
privar de sus derechos por su lugar nacimiento, etnia o religión. Eso
está escrito en nuestras constituciones de EEUU y la UE”.
Mogherini se ha lamentado ante los eurodiputados de que la orden
ejecutiva de Trump se dictara el año de rememoración del Holocausto, una
fecha “para conmemorar a los que huyen de la persecución y reprobar la
discriminación”.
La jefa de la diplomacia europea ha dejado claro que la
UE “no devolverá a nadie que tenga derecho a protección” internacional,
pues “sería inmoral, injusto e ilegal”. Y ha apuntado que, aunque en el
pasado EEUU haya sido siempre la tierra de las oportunidades y la
esperanza, ahora Europa “es el punto de referencia que el mundo necesita
ver”.
“Los europeos deben creer en sí mismos igual que desde fuera
creen en nosotros”, ha señalado sobre el papel de la UE como última
esperanza de la defensa de los derechos humanos y la cooperación
internacional.
Los únicos “aliados” de Trump en el debate extraordinario en la
Eurocámara han sido los grupos parlamentarios que lideran los
euroescépticos Nigel Farage (Europa de la Libertad y la Democracia
Directa) y Marine Le Pen (Europa de las Naciones y la Libertad), que han
defendido que el nuevo presidente de EEUU cumpla sus promesas
electorales y cierre sus fronteras por la seguridad nacional.
“A ustedes
les irrita Trump porque es alguien que ha ganado unas elecciones
democráticamente y que cumple sus promesas. Es una verdadera democracia
que no tenemos aquí”, ha ironizado el eurófobo Farage, quien ha opinado
que sus colegas adolecen de “antiamericanismo”.
El debate de la Eurocámara supone una vuelta de tuerca más en el
sentimiento de alarma que recorre Europa desde que Trump ha asumido la
presidencia de su tradicional aliado transatlántico.
El martes, sin ir
más lejos, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, calificó de
“preocupantes” las declaraciones del nuevo Gobierno estadounidense y
consideró que, sumado a otros factores, contribuye a hacer el futuro
“impredecible”.
En la carta de invitación dirigida a los líderes de los
27 países de la Unión Europea (salvo Reino Unido) de cara a la cumbre
informal del 3 de febrero en Malta, Tusk advierte además de que el
cambio en Washington “pone a la UE en una situación difícil”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario