BRUSELAS.- El comisario europeo de Asuntos
Económicos, Pierre Moscovici, defendió hoy que la regulación fiscal para
las empresas colaborativas, similares a la de transporte privado Uber,
debe asegurar un "equilibrio" para no perjudicar a los negocios
tradicionales ni crear barreras en el mercado interior.
"No es una cuestión de ser pro o anti 'uberización' de la sociedad,
sino de que necesitamos un equilibrio porque, si este sector no paga
impuestos, se produciría una erosión de la base imponible que haría
sufrir a los modelos de negocio tradicionales", dijo Moscovici en una
conferencia sobre fiscalidad organizada por el Centro de Política
Europea.
Defendió que es necesario garantizar que la economía
colaborativa "no es un simple cambio en la mano de obra hacia nuevas
formas de trabajo con menos protección social".
En
este sentido, el político francés afirmó que la Comisión Europea está
siguiendo el desarrollo de estas formas de negocio colaborativo para
asegurar que "no mina los sistemas fiscales nacionales", así como que
las regulaciones nacionales creadas para ellos "no crean obstáculos en
el mercado interior".
Moscovici subrayó que estos
nuevos modelos de negocio, así como las nuevas tecnologías y modelos de
consumo, crean oportunidades de empleo y crecimiento económico y
consideró que "es necesario comprometerse con todos los actores" para
garantizar que se explotan estos beneficios.
En este
contexto, el comisario instó a utilizar la tecnología para mejorar la
eficacia y transparencia de los sistemas fiscales y, en particular,
abogó por que las administraciones públicas hagan uso de herramientas
como el "big data" -inteligencia de datos- que ya explotan las compañías
privadas.
"La tecnología es un aliado para descubrir
el fraude y la evasión fiscal y debemos desencadenar todo su
potencial", indicó Moscovici, quien destacó los importantes avances en
transparencia y lucha contra el blanqueo de dinero hechos recientemente.
En este sentido, añadió, escándalos como los Papeles de Panamá y Bahama
Leaks -sobre la actividad en paraísos fiscales- o LuxLeaks -sobre los
pactos fiscales concedidos por Luxemburgo a multinacionales-
contribuyeron a un "cambio de actitud" de los Estados miembros de la
Unión Europea (UE).
"Antes tardábamos entre cinco y
siete años en no tener ninguna decisión y ahora tardamos entre cinco y
siete meses en tomarlas", afirmó el comisario, quien subrayó que en los
últimos meses los países aprobaron rápidamente la directiva contra la
evasión de capitales o las normas para que los países compartan
información sobre sus pactos fiscales con multinacionales.
No obstante, el comisario anticipó que los países, que tienen la última
palabra sobre cualquier medida fiscal, opondrán "resistencia" a otras
propuestas como la Base Común Consolidada del Impuesto de Sociedades o
la reforma del IVA que se presentará en la segunda mitad del año.
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