WASHINGTON.- El clérigo turco
Fethullah Gülen, quien vive en Estados Unidos y al que Ankara considera
el cerebro del golpe de Estado fracasado del 15 de julio de 2016, negó
este viernes haber estado involucrado en ese "despreciable golpe" y
condenó la "caza de brujas" emprendida por las autoridades turcas.
En
un comunicado, divulgado un día antes de cumplirse un año del fallido
golpe contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Gülen condenó
también la "represión sin precedentes" contra su movimiento Hizmet
(Servicio, en turco).
"Desafortunadamente, a raíz de esta
tragedia, se le ha hecho daño a demasiados inocentes, ilegalmente
despedidos, detenidos, encarcelados e incluso torturados. Todo ello bajo
la orden del Gobierno", dijo Gülen, quien vive en Pensilvania, en el
este de Estados Unidos, desde hace años, mientras Turquía reclama su
extradición.
También acusó al "Gobierno de llevar a cabo una caza de
brujas para eliminar a toda persona considerada desleal al presidente
Erdogan y su régimen".
En simultáneo con el comunicado de Gülen,
un decreto publicado este viernes en el marco del estado de emergencia
anunció que más de 7.000 agentes de policía, soldados y empleados de
ministerios habían sido despedidos en Turquía.
Tras acusar al
clérigo Gülen de estar detrás del intento de golpe contra Erdogan, desde
hace un año Ankara ha perseguido de forma implacable a sus partidarios:
50.000 personas fueron detenidas y más de 100.000 despedidas.
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