COMPOSTELA.- En el verano de 2012 fue inaugurada en Campobecerros
(Castrelo do Val, ourense) una placa que homenajeaba a tres carrilanos
portugueses (trabajadores de las obras de construcción de la vía
ferroviaria entre Orense y Zamora) asesinados en agosto de 1936 por los
fascistas.
El monumento fue objeto de un atentado hace unas semanas,
que lo dejó parcialmente destruido. El grupo de investigación Histagra
(USC) anuncia que la placa será restaurada y pide que "este acto no
quede impune".
"Que tengan por seguro aquellos que lo cometieron que la
memoria de todas y todos aquellos que fueron perseguidos por la
violencia desencadenada tras el golpe de estado de 1936 no será olvidada
jamás", añade el grupo universitario.
El homenaje
que tuvo lugar hace cinco años fue impulsada por los profesores Paula
Godinho, de la Universidad de Lisboa, y Manuel Loff de la Universidad de
Oporto, por el proyecto interuniversitario gallego Nomes e voces,
por la Asociación Cultural Os Carrilanos y por el propio Concello de
Castrelo do Val. António Ribeiro, José Maria Sena y Ramiro (se desconoce
el apellido) eran tres de los muchos portugueses empleados en las obras
del ferrocarril.
En el momento en que se produce el golpe de estado del
18 de julio de 1936 los trabajadores organizaron una fuerte resistencia
contra los fascistas que buscaban hacerse con el control del
territorio, destacando el historiador Dionisio Pereira que A Mezquita
fue el último lugar de Galicia en ser ocupado por el franquismo, el 31
de julio.
Se calcula que medio centenar de trabajadores del
ferrocarril fueron asesinados en represalia por su resistencia al
fascismo, y que un tercio eran portugueses. El 20 de agosto de 1936 un
grupo de guardias civiles y falangistas armados detuvo a estos tres
trabajadores lusos en Campobecerros para fusilarlos en el lugar en el
que 76 años después fue erigido el monumento que los recuerda.
En Emigrantes, exilados e perseguidos. A comunidade portuguesa na Galiza (1890-1940), Dionisio Pereira investiga algunos de los 360 casos de víctimas de la represión franquista de origen portugués hasta ahora documentadas,
68 de ellas asesinadas.
"Los portugueses y portuguesas fueron
represaliados por los franquistas no por su nacionalidad, sino por su
compromiso con las luchas sociales en nuestro país y por su defensa del
régimen republicano, sin distinción de sus camaradas gallegos.
Por todo
lo dicho, concluimos que los emigrantes procedentes de la otra banda de
la raia pueden ser considerados en aquella altura como gallegos y gallegas de origen portugués", destacaba el historiador.
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