SAN FRANCISCO.- Las
ciudades y los Gobiernos regionales son actores clave en la lucha
contra el cambio climático que pueden aportar tanto como las
administraciones estatales, algo que ha puesto hoy de relieve la Cumbre
Mundial de Acción Climática.
El
congreso, que se celebra estos días en San Francisco, empezó a gestarse
precisamente por parte de una coalición de gobernadores, alcaldes y
otros actores políticos y civiles de EE.UU. después de que el presidente
del país, Donald Trump anunciase la retirada de su Gobierno del Acuerdo
de París.
"Dejar
la totalidad de la lucha contra el cambio climático en manos de los
Gobiernos nacionales es un error. Eso es lo que estamos tratando de
remediar aquí", explicó el vicepresidente de WWF para Cambio
Climático y Energía, Lou Leonard.
"Empresas,
Gobiernos subnacionales y locales, universidades... Todos estos actores
nos hemos reunido aquí para buscar soluciones compartidas", apuntó
Leonard, cuya organización es una de las impulsoras del congreso.
En
el marco de la cumbre, 12 empresas, 22 ciudades y 4 regiones de
distintas partes del mundo suscribieron este jueves un acuerdo para
evitar que 209 millones de toneladas de dióxido de carbono adicionales
sean emitidas durante los próximos 32 años.
Esto
se logrará mediante requerimientos a los edificios de nueva
construcción para que reduzcan o eliminen completamente su emisión de
gases contaminantes, algo a lo que se han comprometido, entre otras, las
regiones españolas de Navarra y Cataluña, y la mexicana de Yucatán.
En
otro ejemplo de acciones a nivel local, el estado de Virginia (EE.UU.)
anunció hoy nuevas regulaciones en la industria del gas y el petróleo
para reducir las emisiones de gas metano.
Durante
el congreso también se publicó un informe según el cual 27 de las
mayores urbes del planeta han logrado una reducción media del 2 % anual
de emisiones de gases contaminantes a la vez que incrementaban su
población y economía en los últimos 5 años.
Entre
estas ciudades se encuentran Madrid, Barcelona, Londres, París, Nueva
York, Berlín, San Francisco, Sydney, Toronto, Roma, Boston y Chicago.
"Los
Gobiernos nacionales fijan normas e incentivos para influir en el
comportamiento de distintos agentes económicos que llevan a cabo
actividades contaminantes. Tratar directamente con estos agentes resulta
más rápido", dijo Leonard.
Al
margen de las administraciones públicas, numerosas empresas del sector
privado también se dieron cita en la cumbre de San Francisco para
anunciar sus últimos compromisos y avances en la lucha contra el cambio
climático.
El
fabricante de ropa Levi Strauss se comprometió a reducir un 90 % la
emisión de gases de efecto invernadero en todas sus fábricas y tiendas, y
a presionar a sus proveedores para que su cadena de producción reduzca
un 40 % la emisión de estos gases.
Por
su parte, la compañía de vehículos compartidos Lyft anunció haber
comprado compensaciones de carbono por valor de todas las emisiones que
los desplazamientos de sus vehículos generan, lo que la convierte en una
empresa medioambientalmente "neutral".
A
nivel supranacional, la organización filantrópica del ex alcalde de
Nueva York Michael Bloomberg y la Comisión Europea (CE) alcanzaron un
acuerdo para que la primera se implique en los planes de transición
económica para las zonas tradicionales de extracción de carbón de la
Unión Europea (UE).
Bloomberg,
considerado la undécima fortuna del mundo por la revista Forbes,
ayudará así a la UE a reunir a líderes empresariales y financieros para
consensuar estrategias que permitan evolucionar a las áreas que
tradicionalmente han vivido del carbón.
"Una
de las grandes incógnitas en este campo el año pasado era si el buen
momento alcanzado tras la firma del Acuerdo de París se mantendría tras
la salida de EE.UU.", dijo Leonard.
"Esta
cumbre demuestra que, aunque el Gobierno federal no esté en ello, hay
un nuevo movimiento, una gran coalición en EE.UU. y en el resto del
mundo por la defensa del clima", concluyó el activista de WWF.
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