LONDRES.- El
Gobierno británico decidió hoy acelerar sus planes de contingencia para
una salida de la Unión Europea sin acuerdo, a pesar de que subrayó al
mismo tiempo algunas de las dificultades que implicaría ese escenario
para los ciudadanos y las empresas británicas.
Durante
una reunión extraordinaria de más de tres horas para abordar el
"brexit", el Ejecutivo británico consensuó "continuar acelerando las
preparaciones para un 'no acuerdo' en las próximas semanas y meses",
según detalló tras el encuentro un portavoz de la primera ministra, la
conservadora Theresa May.
Londres
mantiene la confianza en que el diálogo con Bruselas llevará a una
ruptura negociada con los 27 socios comunitarios, pero considera que
debe prepararse para "todos los escenarios posibles", afirmó esa fuente.
Al
término de la reunión del gabinete, a la que asistió, además de los
principales ministros, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark
Carney, el Ejecutivo divulgó una nueva serie de documentos técnicos que
analizan el impacto de una salida de la UE sin acuerdo en diversos
sectores.
En
ese escenario, dejaría de estar garantizada la gratuidad del "roaming"
telefónico, se vería dificultada la homologación de licencias de
conducir de los británicos en otros países europeos y se complicarían
las relaciones empresariales entre ambos lados del Canal de la Mancha,
según advierte el Ejecutivo en los 28 informes publicados hoy.
"Creo
que debemos ser honestos. Si se produjera un escenario de 'no acuerdo',
que no es lo que nosotros deseamos, afrontaríamos ciertos riesgos y
problemas a corto plazo", indicó a la BBC el ministro para el "brexit",
Dominic Raab.
Aseguró
asimismo que, si no se llega a un pacto, Londres no abonará la factura
completa de salida que se acordó el año pasado, cifrada en unos 39.000
millones de libras (43.680 millones de euros).
El
Gobierno sigue considerando "improbable" la ruptura sin acuerdo y
continúa confiando en llegar a un pacto en base al plan que presentó May
en julio, que propone crear un área de libre comercio para mercancías
con la UE.
Además
de las objeciones que ha puesto Bruselas a ese proyecto, la primera
ministra se enfrenta a las presiones de los más euroescépticos de sus
colegas del Partido Conservador, que rechazan su plan.
Encabezados
por el exministro de Exteriores Boris Johnson, los "tories"
euroescépticos creen que el rumbo de las negociaciones abocan al Reino
Unido a ser un Estado "vasallo" de la UE y han asegurado que una ruptura
sin acuerdo tendría beneficios económicos para el país.
En
ese contexto, el Ejecutivo de May divulgó hoy unos documentos en los
que alerta de que una salida no negociada implicaría que la gratuidad
del "roaming" telefónico (cargos por itinerancia) dejaría de estar
garantizada, aunque el Gobierno ha expresado su voluntad de limitar a 45
libras (50,4 euros) los cargos por ese concepto.
Los
informes técnicos advierten asimismo de que los británicos podrían
necesitar una licencia adicional para conducir en la Unión Europea si no
hay acuerdo de "brexit", un permiso similar al que es necesario en
países como Estados Unidos y Japón, que se puede adquirir por 5,50
libras (6,15 euros).
Los
británicos que se trasladen a vivir a un país de la UE después del
"brexit", sin embargo, podrían tener que superar un nuevo examen de
conducir para homologar sus permisos de conducción.
El
informe dedicado a los programas espaciales y satélites detalla que el
Reino Unido dejaría de participar en el desarrollo del programa Galileo
si rompiera con el bloque comunitario sin acuerdo.
Los
usuarios británicos podrían utilizar los servicios de navegación
ofrecidos por la red de satélites europeos, pero los organismos del
Reino Unido quedarían fuera de la línea codificada dedicada a usos
gubernamentales y de defensa, como el guiado de misiles.
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