FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo mantuvo el jueves su tipo de interés de
referencia, tal como se esperaba, y apuntó a seguir en la senda de
reducir sus compras de bonos y de alzas del coste del crédito en el
próximo otoño, pese al impacto de las tensiones comerciales globales.
En un escenario de rebote inflacionario y de un ritmo de crecimiento
relativamente saludable, el BCE ha estado eliminando estímulos muy
gradualmente bajo el supuesto de que los riesgos, que van desde el
proteccionismo global al Brexit, no descarrilarán la senda de expansión.
En una decisión esperada, el BCE dijo que reducirá a partir de
octubre las compras de bonos a 15.000 millones de euros al mes, enviando
un mensaje algo más contundente que antes, cuando decía que
“anticipaba” la decisión.
Pero sigue manteniendo su expectativa
de que el programa de compra de activos por valor de 2,6 billones de
euros termine antes de que acabe el año, lo que sugiere que la decisión
formal sobre la finalización de la flexibilización monetaria llegará más
adelante.
El banco mantuvo sin cambios su orientación futura
sobre los tipos de interés, un elemento que se sigue muy de cerca ya que
marca el rumbo de la política monetaria durante los próximos doce
meses, un horizonte inusualmente largo para un banco central.
“El
Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés claves del BCE se
mantengan en sus niveles actuales al menos durante el verano de 2019 y,
en todo caso, durante el tiempo que sea necesario”, dijo, repitiendo sus
proyecciones.
El
presidente del BCE, Mario Draghi, anunció en una conferencia de prensa
posterior una pequeña reducción de las proyecciones de crecimiento de la
zona euro para este año y el próximo, por una demanda externa más
débil, así como por la incertidumbre por el proteccionismo y la
volatilidad.
Pero añadió: “Los riesgos que rodean el panorama de
crecimiento en el área del euro todavía pueden ser considerados
mayormente como equilibrados”. Para los mercados, la reunión de política
monetaria pasó sin mayores sobresaltos y el euro se mantuvo cerca de la
cota de 1,1620 dólares.
“¿Cómo sabe una autoridad de un banco
central que él (o ella) están haciendo un trabajo impecable? Cuando los
estímulos monetarios avanzan hacia un final y a los mercados financieros
no les puede importar menos”, dijo Carsten Brzeski, economista jefe de
ING Alemania.
El BCE espera ahora un crecimiento de un 2,0 por
ciento este año y de un 1,8 por ciento en 2019, levemente por debajo del
2,1 por ciento y el 1,9 por ciento estimados previamente.
La
proyección de inflación anual se mantuvo en un 1,7 por ciento hasta el
2020, una cifra que según Draghi es consistente con el objetivo del
organismo de alrededor de un 2 por ciento.
Tras la decisión del
jueves, el tipo del BCE sobre depósitos bancarios a un día, que
actualmente es su principal herramienta de tipos de interés, se mantiene
en el -0,40 por ciento.
El tipo de refinanciación principal, que
determina el coste del crédito en la economía, se mantuvo sin cambios
en el 0,00 por ciento, su mínimo histórico, mientras que el tipo para
líneas de crédito marginales -el tipo de endeudamiento de emergencia
para los bancos- se mantiene en el 0,25 por ciento
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