GINEBRA.- El enviado de la ONU para
Libia, Ghassan Salamé, declaró que era difícil mantener la
fecha del 10 de diciembre para las elecciones en el país, debido a la
violencia y a los retrasos en el proceso legislativo.
"Todavía hay
mucho por hacer. Puede ser que no podamos respetar la fecha del 10 de
diciembre", como estaba previsto en el calendario adoptado en París,
dijo Salamé,
considerando que las elecciones no podrían celebrarse antes de "tres o
cuatro meses".
Reunidos en París a finales de mayo por el presidente
francés, Emmanuel Macron, los cuatro principales protagonistas del
conflicto libio se comprometieron a organizar elecciones generales el 10
de diciembre.
Aunque Francia ha seguido presionado para respetar
estos plazos, varios analistas y expertos estimaron que la división y la
anarquía en el que está sumido el país hacían el proceso complicado.
En
un contexto de violencia y en plena crisis política y económica, el
calendario electoral de París "parece difícil (respetar las fechas)
también por otras razones", precisó Salamé, citando el retraso en la
adopción de leyes electorales.
Estas elecciones tendrían que poner
fin a un largo y caótico periodo de transición en este rico país
petrolero, hundido por las luchas de poder y la inseguridad desde la
caída en 2011 del régimen de Muamar Gadafi.
Actualmente Libia está
dirigida por dos grupos rivales: el gobierno de unidad nacional (GNA,
con sede en Trípoli), reconocido por la comunidad internacional, y una
autoridad rival instalada en el este, apoyada por un parlamento y unas
fuerzas armadas dirigidas por el mariscal Jalifa Haftar.
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