BRUSELAS.- Los negociadores de la Unión Europea están dispuestos a ofrecer a
Theresa May una zona de libre comercio después del Brexit, pero dijeron
que, al contrario que su plan de “Chequers”, debe haber una frontera
aduanera que hará que el comercio sea algo menos que “sin fricciones”,
según un documento interno de la UE al que Reuters ha tenido acceso.
El documento - tres páginas de “puntos defensivos” para altos cargos
de la UE contra la propuesta de julio de la primera ministra británica
sobre futuros lazos - cita al presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, el 12 de septiembre diciendo que la iniciativa de
May para que los productos británicos permanezcan en el mercado de la UE
bajo un “reglamento común” es un intento inaceptable de permanecer
“sólo en las partes [del mercado único] que elige”.
Reflejando
las declaraciones realizadas en julio por el negociador del Brexit para
la UE, Michel Barnier, y por los líderes nacionales que rechazaron
personalmente a May la semana pasada en una cumbre en Salzburgo, el
documento expone el pensamiento del bloque sobre el plan Chequers, que
también afronta una dura oposición dentro del propio Partido Conservador
de May.
Aparentemente sorprendida por la postura que tomaron los
líderes europeos en Salzburgo, May se quejó de que la UE no había
detallado sus razones para rechazar el plan Chequers, que toma su nombre
de la residencia de verano de la primera ministra, en la que se reunió
con los ministros para llegar a una solución transaccional.
Sin
embargo, el documento de la UE incluye algunos detalles, concluyendo
que Chequers “daría a Reino Unido una injusta ventaja competitiva”.
También señala que altos cargos “acogen... propuestas para desarrollar
una nueva y ambiciosa alianza” para la cual la propuesta Chequers de un
“área de libre comercio” debería ser “el punto de partida”.
Los
bienes británicos sólo podrían tener acceso ilimitado al mercado de la
UE si Reino Unido continuara “completamente vinculado al acervo
comunitario de la UE (legislación acumulada) de la misma manera que
otros miembros del mercado único, incluida la supervisión y la
ejecución”.
Puesto que Reino Unido descartó firmemente esta
opción alegando que saldrá del mercado único de la UE y de la unión
aduanera, el documento establece que la única opción que queda es un
acuerdo de libre comercio similar a los que tiene el bloque con Canadá o
Japón.
“Un acuerdo de libre comercio no puede garantizar por
completo un comercio ‘sin fricciones’”, señala el documento, añadiendo
que debe haber una frontera aduanera entre la UE y Reino Unido tras el
Brexit.
“Por consiguiente, el comercio de bienes británicos
estará a lo largo del tiempo menos integrado a nivel económico con la UE
de lo que está actualmente. Por ejemplo, las cadenas de suministro
transfronterizas no operarán de manera fluida”.
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