ROMA.- La victoria del ´no´ en el referéndum de Italia supone una derrota directa para Matteo Renzi y
para su Ejecutivo. En las últimas semanas esta consulta popular había
dejado de ser una simple votación sobre la reforma constitucional para
convertirse en un auténtico plebiscito sobre el presidente del Gobierno
italiano.
Los escenarios políticos que se abren tras el fracaso de la reforma son varios y muy distintos, y mantienen en vilo tanto al país como a toda Europa ahora que Matteo Renzi ha renunciado a su cargo.
Renzi se ha mantenido fiel a su palabra y ha dimitido. Ahora, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, puede nombrar un gobierno de transición que gobernaría hasta las elecciones parlamentarias, previstas en principio para 2018.
Pero Mattarella también puede convocar nuevas elecciones para la primavera o verano de 2017. Esto coincidiría con las declaraciones del portavoz del Partido Democrático de Italia, Lorenzo Guerini, que señaló que si el referéndum tenía un resultado negativo su partido pedirá ir a elecciones anticipadas, probablemente "antes del verano de 2017".
La opción que defendían otros expertos, que señalaban que la renuncia del presidente del Gobierno itálico estaría ligada a la ventaja con la que ganara el "no" en el referéndum, ha quedado descartada a la vista de los acontecimientos. Según ellos, con un pequeño margen Renzi seguiría como primer ministro, pero la victoria del 'no' ha parecido ser contundente desde el inicio de los escrutinios.
Otro escenario posible es que se formara una coalición con el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia, lo que supondría que el Partido Democráctico de Renzi, sacrificara a su líder por otro.
La
condición para que se geste un nuevo gobierno es que hasta ese momento
hubiera una ley electoral aprobada ya por el Tribunal Constitucional que
pudiera regular la celebración de nuevas elecciones.
Porque en estos momentos la nueva ley
electoral (Italicum) se refiere sólo a la Cámara de Diputados, pero no
al Senado. Dicha ley, aprobada por Renzi en 2015, contempla un nuevo sistema de listas cerradas,
un premio para la mayoría más votada del 15 por ciento adicional y que
en ningún caso podrá superar el 55 por ciento de los escaños, así como
una posible segunda vuelta en el caso de que ninguna lista electoral
consiga el 37 por ciento de los votos en la primera ronda.
Asimismo,
fija en el 4,5 por ciento el mínimo de votos para entrar en el
Parlamento a los partidos políticos que se presenten en coalición con
otros grupos y del 8 por ciento% a los que acudan en solitario.
La ley anterior, llamada irónicamente 'Porcellum' (cochinada),
así bautizada por su autor el miembro de la Liga Norte Roberto
Calderoli, había sido declarada inconstitucional, pero además a pesar de
haber sido pensada para conseguir gobiernos estables, no fue útil para
resolver el casi triple empate registrado en 2013.
Entonces, el resultado alcanzado por el Partido Democrático, Forza Italia y el Movimiento 5 Estrellas
provocó una parálisis política que duró meses, hasta que Enrico Letta
asumió la presidencia de un ejecutivo débil, que duró hasta que Renzi
reclamó formar gobierno, en su condición de líder del partido que había
conseguido más votos en las elecciones.
El 'Porcellum',
aprobado por el Gobierno presidido por Silvio Berlusconi en 2005,
otorgaba un "premio de mayoría" al vencedor de las elecciones --340
escaños en la Cámara de Diputados y el 55 por ciento de los escaños en
el Senado--.
La Consulta (el tribunal que juzga la
constitucionalidad de las leyes), lo declaró inconstitucional porque no
permitía a los electores asignar votos de preferencia y porque no
establecía un piso mínimo para otorgar el premio de mayoría.
Si se hubiera dado un escenario en el que Matteo Renzi
no hubiera dimitido, su gobierno se habría complicado aún más. Ya que
el líder de los demócratas habría perdido credibilidad y apoyo ante el
pueblo y también en su propio partido. Finalmente, el órdago de Renzi le
ha costado su dimisión.
No obstante, el 'número dos' del
Movimiento 5 Estrellas (M5E), Luigi Di Maio, ya ha exigido que se
convoquen inmediatamente elecciones al ganar el 'no' y ha rechazado la
posibilidad de que se establezca un Gobierno técnico para completar la
legislatura y realizar la reforma de la ley electoral.
La prensa
italiana y parte de la prensa internacional ha dibujado otro escenario
que exagera los riesgos y plantea un futuro incierto de Italia en la
Unión Europea. En este sentido, señalan que la caída del Gobierno de Renzi va a llevar a la celebración de nuevas elecciones, que se adelantarían a 2017, y en las que el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo tiene muchas posibilidades de hacerse con una importante presencia parlamentaria, e incluso de ganar.
Una de las prioridades del programa de este partido es la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia de Italia en la Unión Europea.
"Yo no estoy en contra de Europa, estoy en contra de una moneda única.
Estoy a favor de una moneda común, pero común y única son dos conceptos
distintos", dijo Grillo a Euronews hace unas semanas.
La
convocatoria de elecciones anticipadas es complicada y no será inmediata
porque se rechazan los cambios que propone la reforma constitucional.
Pero se necesitaría una reforma electoral que necesita de un gobierno
para ser aprobada.
En el caso de que se aprobara con rapidez una
nueva ley electoral, y se convocaran elecciones, esta nueva ley
electoral tendría pocos cambios y provocaría que si el M5S ganara esas hipotéticas elecciones tuviera que pactar con otros partidos.
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