BRUSELAS.- El
comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo hoy que
la Comisión Europea "no se la está jugando" al proponer una expansión
fiscal para la eurozona en 2017, un plan que genera oposición en varios
países y que se discutirá por primera vez mañana en el Eurogrupo.
"La Comisión no está de ningún modo jugándosela al defender
una posición fiscal positiva. El Fondo Monetario Internacional y la
Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo han instado a
los países con margen fiscal a que lo usen para impulsar la demanda",
escribió Moscovici en su blog.
El político socialista subrayó que "la prioridad política
predominante en este momento es apoyar el crecimiento" e incidió en que
esto debe hacerse con políticas "monetarias, fiscales y estructurales" y
que "la eurozona debe hacer su parte" de este esfuerzo.
El comisario se anticipa así a la discusión que se abrirá
mañana en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la
eurozona (Eurogrupo) sobre la recomendación de Bruselas de aportar un
estímulo fiscal en el área del euro de hasta 50.000 millones de euros
(un 0,5 % de su PIB) en 2017, que debería venir de aquellos países con
mejor situación fiscal, lo que apunta en especial a Alemania y Holanda.
Moscovici defendió que la propuesta busca también
"distribuir mejor el esfuerzo fiscal entre los miembros de la eurozona"
ya que, dijo, "se da la paradójica situación de que aquellos que no
tienen espacio fiscal quieren usarlo, mientras que los que lo tienen no
quiere hacerlo".
En este sentido subrayó que la Comisión "ha dejado claro"
que los países que aún tienen altos niveles de déficit o deuda tendrán
que seguir respetando sus compromisos, mientras que aquellos con
superávit "deberían ser animados a utilizar estos recursos para impulsar
la demanda interna y, sobre todo, la inversión".
Moscovici recalcó que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento
-las normas de disciplina fiscal comunitarias- ha permitido reducir el
déficit desde 2011, pero incidió en que es "asimétrico, con herramientas
potentes para empujar a la consolidación pero no a la expansión".
Es la primera vez que Bruselas propone una posición fiscal
conjunta para toda la eurozona, ya que hasta ahora su labor en materia
fiscal, a falta de una política común, se limita a evaluar las
actuaciones nacionales y dar recomendaciones individuales.
La idea genera reticencias entre ciertos socios, y el
presidente del Eurogrupo y ministro holandés de Finanzas, Jeroen
Dijsselbloem, ya advirtió esta semana de que "entre la recomendación de
una expansión fiscal y mantener las reglas y la trayectoria fiscal que
emana del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, hay una cierta tensión".
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