MILÁN.- La dimisión del primer ministro
italiano Matteo Renzi tras el no a su propuesta de reforma
constitucional agita de nuevo a los bancos italianos y podría retrasar
el aumento del capital del Monte dei Paschi (BMPS), uno de los más
frágiles.
En la bolsa de
Milán, los valores bancarios sufrieron fuertes caídas, con pérdidas
importantes para Banca Popolare de Milano (-7,91%), Mediobanca (-4,24%),
BMPS (-4,21%) y UniCredit (-3,36%), entre otras.
Por su parte el bono italiano a diez años subía levemente con respecto al viernes por la noche.
"No
espero una gran reacción negativa de los mercados financieros porque el
no ya había sido tomado en cuenta", dijo el economista Lorenzo Codogno.
"En
las últimas semanas, el diferencial entre los bonos del tesoro italiano
frente al Bund [el bono alemán a diez años] ha aumentado y el sector
bancario lleva desde principios de año con malos resultados", añade.
En
lo que va de año, el índice de los bancos italianos, el FTSE All-Share
banks, ha perdido el 47% de su valor por la falta de confianza de los
inversores.
Además de por el
referéndum del domingo, los bancos también se han visto afectados por la
diseminación del sector, con más de 700 entidades, por los problemas de
capitalización y por los créditos dudosos, evaluados en 360.000
millones de euros, un tercio del total de la zona euro.
Aunque
el mercado no reaccione a corto plazo, el no del domingo y la dimisión
de Renzi podrían tener efectos más adelante, si sigue la inestabilidad
política.
"Si no se resuelve
la crisis de gobierno dentro de dos o tres semanas, los mercados
financieros volverán a estar nerviosos", pronostica Codogno, y asegura
que podría retrasarse o incluso anularse el aumento de capital del Monte
dei Paschi di Siena (BMPS).
Este
banco, el más antiguo del mundo y el tercero de Italia, está
considerado el eslabón más débil del sistema bancario y en julio obtuvo
los peores resultados en los tests de estrés de la Autoridad Bancaria
Europea (BMPS).
Para hacer
frente a sus problemas, BMPS, cuyas acciones han caído un 84% en lo que
va de año, lanzó un plan de rescate que prevé ceder millones de euros en
créditos dudosos y aumentar su capital en hasta 5.000 millones de
euros.
Esta semana una
operación de canje voluntario de obligaciones en acciones logró recaudar
mil millones de euros pero todavía quedan otros 4.000.
"El
verdadero riesgo es el Monte dei Paschi di Siena. Es probable que los
inversores extranjeros que querían participar en el aumento de capital
den un paso atrás. Por eso se necesitará una respuesta clara, ya sea una
intervención pública, un 'bail-in' [un rescate asumido por los
accionistas] o otra cosa", explica Umberto Borghesi, un gestor de fondos
de Atlante Target Italy .
"Pero
incluso si hubiera un gobierno de transición, ningún partido puede
asumir la responsabilidad de la quiebra Monte dei Paschi", un banco muy
simbólico y que alimenta económicamente a la región de Siena.
La
crisis en Italia también podría afectar a UniCredit, otro banco inmerso
en un proceso para vender activos y recapitalizarse a partir del año
que viene por valor de 13.000 millones de euros.
Sin
embargo el riesgo para UniCredit -que este lunes anunció negociaciones
para deshacerse de su filial de gestión de activos Pioneer Investment-
de no encontrar inversores es menor que el de otros bancos más pequeños
como Carige ou Veneta Banca, con situaciones mucho más frágiles.
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