LONDRES.- El rey Felipe VI de España reclamó al gobierno británico "esfuerzo" y "diálogo" para solucionar el contencioso sobre la soberanía de Gibraltar, durante un discurso el miércoles ante ambas cámaras del Parlamento británico.
"Estoy
seguro de que esa determinación para superar diferencias se redoblará
en el caso de Gibraltar, y confío plenamente en que el diálogo necesario
y el esfuerzo de nuestros Gobiernos conseguirán avanzar en la búsqueda
de fórmulas satisfactorias para todos", dijo Felipe VI en la Galería
Real de la Cámara de los Lores.
El monarca recordó que en "en esa
historia tan rica y fructífera" de las relaciones hispano-británicas "ha
habido distanciamientos, rivalidades y enfrentamientos, pero gracias al
trabajo y la determinación de nuestros Gobiernos, autoridades y
ciudadanos, han quedado atrás como hechos del pasado".
Felipe VI pronunció su discurso para ambas cámaras del
Parlamento en el primer día de la visita de Estado del monarca y su
esposa Letizia, que se prolongará hasta el viernes.
Poco antes del
discurso, en un debate en la Cámara de los Comunes, Damian Green,
miembro del gobierno, dijo que "la posición del gobierno sobre Gibraltar
no ha cambiado, y la primacía de los deseos de sus habitantes, que
quieren mayoritariamente seguir siendo británicos, será respetada por el
gobierno".
Se había rumoreado que algunos diputados pensaban abandonar la sala si salía el tema, pero nadie lo hizo.
Felipe VI almorzará con
la primera ministra Theresa May, pero una fuente del gobierno británico
dijo que era poco probable que se abordase el tema de Gibraltar: "hay un
primer ministro español con el que la primera ministra discute esas
cosas", afirmó.
Fabián Picardo, jefe del gobierno del enclave
británico, respondió al discurso del rey estimando que corresponde "a un
tiempo en que los gobiernos de Madrid y Londres tomaban decisiones
ignorando al pueblo de Gibraltar".
"Su referencia a los dos
gobiernos es desafortunada, aquí hay tres gobiernos", aseguró el
dirigente del enclave, recordando que hubo dos referéndums en que los
gibraltareños votaron casi unánimemente a favor de seguir ligados a
Londres.
El padre del rey, Juan Carlos II, también mencionó
Gibraltar en su visita de Estado de 1986, cuando dijo que era "lo único
que nos separa".
- Altos honores y banquete real -
Las
relaciones hispano-británicas prosperarán al margen de los desacuerdos y
los desafíos venideros, dijo la reina Isabel en el brindis del banquete
en el palacio de Buckingham el miércoles por la noche.
En el acto que cierra la
primera jornada de la visita de Estado del rey de España, la reina dijo:
"es inevitable que haya asuntos en los que no coincidamos", en
referencia a Gibraltar.
Pese a ello, aseguró, las relaciones bilaterales "prosperarán" porque "nuestros pueblos están más entrelazados que nunca".
Por
su parte, Felipe VI recordó que "miles de británicos se han instalado
en España, y miles de españoles lo han hecho en Gran Bretaña, y de este
modo han convertido nuestros respectivos países en sus hogares, creando
vínculos afectivos muy profundos".
La reina llevaba un vestido blanco bordado de piedras
preciosas y la reina Letizia de España un vestido rojo, ambas con tiaras
de gemas, mientras que Felipe de Edimburgo y el rey de España vestían
chaqués oscuros y camisas blancas.
En el menú del banquete, de
primero trucha asalmonada hervida con hinojo, en salsa de vino blanco,
seguido de medallón de ternera escocesa con tuétano y trufas en salsa de
Madeira, acompañado de fondant de patatas, calabacines verdes y
amarillos, alubias verdes, rábanos salteados y ensalada de apio.
De postre, tarta de chocolate y frambuesas y una selección de fruta de temporada.
Todo
ello regado con vino tinto español, Ribera del Duero, un rosado inglés,
de Cornualles, un blanco francés, de Borgoña, y vino de Madeira para
los postres.
Felipe VI llegó este miércoles al mediodía al palacio de Buckingham acompañado de Isabel II de Inglaterra, su anfitriona.
En una carroza descubierta tirada por caballos grises,
como manda la tradición tratándose de la monarca inglesa, Isabel II,
vestida de fucsia, y Felipe VI, de traje oscuro, recorrieron el Mall, la
larga avenida que conduce hasta el palacio.
Se trata de una
reunión de familia, porque ambas casas reales están emparentadas. Felipe
VI de España es chozno -hijo de tataranietos- de la reina Victoria de
Inglaterra, e Isabel II es tataranieta, lo que hace que ambos monarcas
sean primos distantes.
La primera visita de Estado de un monarca
español fue en 1554, cuando Felipe II vino para casarse con María Tudor,
hija de Enrique VIII. La segunda de produjo en 1905, en la que Alfonso
XIII conoció a la que sería su esposa, Victoria Eugenia.
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