PARÍS.- El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo hoy
percibir "un signo" en el Gobierno italiano de que ha entendido la
preocupación que ha generado en Bruselas y en sus socios europeos la
cuestión del déficit.
"Es una buena señal que se haya revisado la trayectoria
porque manifiesta que las autoridades italianas entienden las
preocupaciones y los comentarios de sus socios y de la Comisión
Europea", declaró Moscovici a la prensa en París en reacción a la
corrección de la trayectoria presupuestaria para 2020 y 2021 presentada
horas antes desde Roma.
Preguntado sobre si considera que esa inflexión
es suficiente, el responsable comunitario respondió que "es un
comienzo".
Insistió en que ahora hay que conocer en
"detalle" la nueva propuesta de trayectoria, y por eso hay que esperar
al día 15 para que llegue la comunicación oficial del presupuesto y
discutir entonces con las autoridades italianas, porque cree "en las
virtudes del diálogo".
"Tendremos un diálogo con el
Gobierno italiano -argumentó- sobre la base de cifras detalladas", no
sólo del déficit público global, sino también del déficit estructural,
el que indica si la deuda aumenta.
"En definitiva, la
Comisión Europea está aquí para que se respeten las reglas, reglas que
no son estúpidas, que garantizan que la deuda italiana, que es
importante, esté como las de los otros países bajo control", indicó.
Moscovici puntualizó que van a hacer que esas reglas se respeten "con
un espíritu de diálogo" porque "a nadie le interesa que haya una crisis
entre Roma y Bruselas, entre la Unión Europea e Italia".
Se trata -sintetizó el comisario europeo- de "evitar una crisis entre
Roma y Bruselas, que sería absurda", pero también evitar que aumente
todavía más la deuda italiana, que ya supera el 130 % de su producto
interior bruto (PIB), la segunda más elevada de la eurozona tras la
griega.
Moscovici reaccionaba así al ministro de
Desarrollo Económico de Italia, Luigi Di Maio, que horas antes había
reconocido que su Ejecutivo valora ahora reducir sus objetivos de
déficit para 2020 y 2021, que había fijado la semana pasada en el 2,4 %
del producto interior bruto (PIB).
Su Gobierno,
formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la
ultraderechista Liga, lanzó un pulso a la UE y a los mercados el pasado
27 de septiembre al establecer un cuadro macroeconómico para el próximo
trienio que preveía un déficit del 2,4 % tanto para 2019 como para 2020 y
2021, netamente por encima del 1,6 % que se había planteado
inicialmente.
"La cifra del déficit del 2,4 % del PIB
se mantiene para 2019", señaló hoy Di Maio, aunque reconoció a
continuación que para el 2020 y el 2021 su Gobierno estudia rebajarla
mediante incentivos al crecimiento y recortes en los gastos.
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