ROMA.- El ministro de Desarrollo Económico de Italia, Luigi Di Maio, reconoció
hoy que el Gobierno italiano valora bajar sus objetivos de déficit para
2020 y 2021, que había fijado inicialmente en el 2,4 % del producto
interior bruto (PIB).
El Ejecutivo italiano, formado por el antisistema
Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, firmó el
pasado 27 de septiembre el cuadro macroeconómico para el próximo trienio
y fijó sus previsiones de déficit en el 2,4 % tanto para 2019 como para
2020 y 2021.
"La cifra del déficit del 2,4 % del PIB se mantiene para
2019", dijo hoy Di Maio a los medios, aunque reconoció que para el 2020
y el 2021 el Ejecutivo estudia rebajar las previsiones del déficit con
incentivos al crecimiento y recortes en los gastos.
El documento que firmó el Gobierno el 27 de septiembre tiene aún que ser
debatido y aprobado por el Parlamento italiano y por ello no se ha
publicado y se desconoce su contenido.
Hasta que
llegue al Parlamento, para lo que no hay fecha prevista, puede sufrir
modificaciones y de hecho en las últimas horas la administración que
preside el jurista Giuseppe Conte ha mantenido varias reuniones.
Di Maio, quien es también vicepresidente de Italia, afirmó el martes
que el Gobierno no se movería "ni un centímetro" en sus previsiones de
déficit a pesar de las preocupaciones mostradas por las instituciones
europeas.
Y es que el déficit del 2,4 % del PIB para
los próximos tres años está muy por encima de lo pactado en abril con la
Comisión Europea, cuando el anterior Gobierno del Partido Demócrata
(PD, centroizquierda) fijó estas estimaciones de déficit en el 0,8 % en
2019 y en 2020, y en el 0,2 %, en 2021.
Pero lo
cierto es que las dos formaciones valoran la manera de corregir estas
previsiones de déficit y, según los medios italianos, podrían ser del
2,2 % en 2020 y del 2 % en 2021.
La reacción de los
mercados a una posible rectificación del M5S y la Liga es positiva y
este miércoles la Bolsa de Milán sube un 0,52 % tres horas después de la
apertura.
La prima de riesgo, que mide el
diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo
plazo, se sitúa en los 295 puntos básicos, mientras que ayer superó en
dos ocasiones la barrera psicológica de los 300, marcando un nuevo
máximo desde mayo, cuando se vivió un periodo de inestabilidad producido
por los problemas para formar Gobierno.
La rentabilidad del bono a diez años está en el 3,4 %.
El ministro de Economía, Giovanni Tria, que no quería subir las
previsiones de déficit para 2019 por encima del 1,6 % y finalmente cedió
a las presiones, reiteró hoy en una intervención en la sede de la
patronal italiana que el país tiene que "bajar paulatinamente el déficit
respecto al PIB".
Para Tria, es fundamental que
Italia se muestre atractiva para que incentive de nuevo las inversiones
públicas y privadas, y que estas "regresen a los niveles previos a la
crisis".
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