PARÍS.- Francia obligará a sus empresas "madre" a vigilar las prácticas de sus filiales nacionales y extranjeras,
subcontratas y proveedores, con una proposición de ley transmitida hoy
al Senado galo y ya aprobada por la Asamblea Nacional.
El
objetivo de la
medida, aprobada por la mayoría socialista, es que las multinacionales
se responsabilicen para evitar "dramas" humanos y naturales, en Francia y
en el extranjero, y que las víctimas reciban una compensación cuando
sea necesario.
La
propuesta, que entrará en vigor cuando se publique en el Diario Oficial
de Francia, cita como ejemplos de impunidad a las empresas implicadas
en el colapso en 2013 del edificio Rana Plaza en Bangladesh, que se cobró la vida de 1.127 personas, en su mayoría empleados de talleres textiles para grandes marcas como Benetton, El Corte Inglés, Mango o Primark.
El texto, que empezó a discutirse en febrero de 2015, prevé que las grandes empresas pongan en marcha un plan de vigilancia
que permita identificar y prevenir los riesgos ligados a sus
actividades, a lo largo de toda la cadena de aprovisionamiento. También se exigirán responsabilidades
a las empresas que no dispongan de plan de vigilancia, a aquellas que
cuenten con uno insuficiente, o a las que no lo pongan en práctica.
En
Francia están radicadas multinacionales como la petrolera Total, la
distribuidora Carrefour, la farmacéutica Sanofi y la fabricante de
automóviles Renault, entre otras. Este tipo de empresas francesas empleaban en todo el mundo a 5,4 millones de personas,
según un informe publicado este septiembre por el Instituto Nacional de
Estadística francés, con datos de 2013. Francia no será el primer país
en avanzar en este sentido, pues legislaciones análogas han sido ya adoptadas en el Reino Unido, Suiza, Italia, España, Canadá y Estados Unidos.
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