ESTAMBUL.- Las autoridades turcas
despidieron a cerca de 4.500 funcionarios más en el marco de la purga
lanzada tras el intento de golpe de Estado del pasado mes de julio,
según un decreto ley publicado este martes.
Entre
los 4.464 funcionarios expulsados hay 2.585 empleados del ministerio de
Educación, 893 de la gendarmería, 10 de la Corte de Casación, otros 10
del Alto Consejo Electorial y 88 del canal de televisión pública TRT.
También
fueron despedidos 330 universitarios miembros del Consejo de Enseñanza
Superior, entre ellos Ibrahim Kaboglu, uno de los especialistas en
derecho constitucional más prestigiosos del país.
Las
autoridades tomaron estas medidas en el marco del estado de emergencia
instaurado tras el golpe de Estado fallido del 15 de julio.
Ankara
acusa a Fethullah Gülen, un predicador exiliado a Estados Unidos, de
haber planeado el golpe de Estado, unas acusaciones desmentidas por el
interesado.
Desde el fallido golpe, Ankara ha detenido a
más de 41.000 personas en Turquía y más de 100.000 han sido despedidas o
suspendidas, entre ellas profesores, policías y magistrados.
Las autoridades cerraron, además, decenas de medios de comunicación y asociaciones.
La
magnitud de esta purga suscita preocupación en los socios occidentales
de Turquía y en las organizaciones de derechos humanos que temen que el
estado de emergencia sea un pretexto para acallar las voces disidentes.
El
Gobierno turco considera que esas medidas son necesarias para eliminar
los riesgos de sedición y afrontar la doble amenaza "terrorista" del
grupo Estado Islámico (EI) y del Partido de los Trabajadores del
Kurdistán (PKK).
El país ha sufrido desde hace más de año y medio una ola de atentados sin precedentes que ha dejado cientos de muertos.
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