BRUSELAS.- La cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN
(Organización del Tratado para el Atlántico Norte) para dar la
bienvenida al nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, tendrá
lugar el 25 de mayo en Bruselas, según ha avanzado el primer ministro
belga, Charles Michel.
"Estoy muy contento de dar la bienvenida a mis colegas en la
próxima cumbre de la OTAN en Bruselas el 25 de mayo y abrir la nueva
sede" de la Alianza Atlántica, ha informado a través de su cuenta de
Twitter. El presidente estadounidense confirmó al secretario general de
la OTAN, Jens Stoltenberg, que asistiría a la próxima cumbre de la
Alianza Atlántica, prevista a finales de mayo, en una conversación
telefónica este domingo.
Se espera que la cita esté muy dominada por la necesidad de
que los países de la OTAN aumenten el gasto en defensa -sólo cinco
países cumplen la meta de destinar el 2 % del Producto Interior Bruto a
defensa- y la lucha contra la amenaza terrorista islamista.
Trump cuestionó en campaña que Estados Unidos tuviera que
defender a los aliados que no pagan su cuota en la OTAN, a la que
calificó de "obsoleta" y también criticó su fracaso a la hora de
combatir contra el terrorismo. Se espera que Trump busque un
acercamiento a Rusia para cooperar en la lucha contra el Estado Islámico
y falta por saber si Estados Unidos mantendrá su compromiso con el
refuerzo militar de la OTAN en los países bálticos y Polonia para
disuadir a Rusia, un refuerzo que ha sido muy criticado por Moscú.
El secretario general aliado, Jens Stoltenberg, reiteró el
domingo a Trump la postura de la OTAN, que está abierta al diálogo con
Rusia pero desde una posición de "fuerza". La canciller de Alemania,
Angela Merkel, insistió hace unos días en la necesidad de buscar "puntos
de coincidencia" con el presidente de Estados Unidos.
La OTAN, cuyo metido principal desde su nacimiento es
garantizar la defensa colectiva de sus miembros, suele celebrar cada dos
años sus cumbres aunque es tradicional celebrar una cumbre cuando llega
una nueva Administración en Estados Unidos. Los jefes de Estado y de
Gobierno de la Alianza acordaron en la cumbre de Varsovia el pasado mes
de julio celebrar la próxima cumbre en Bruselas en la primavera de 2017
para dar la bienvenida al sucesor de Barack Obama en la nueva sede de la
Alianza Atlántica.
A priori se esperaba celebrarla en marzo, fecha que convenía
más a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a la que se daba por
ganadora en la OTAN, aunque tras la victoria de Trump quedó patente que
la cumbre no se celebraría hasta mayo, en el mejor de los casos. "Desde
hace ya algunas semanas, parecía que la cumbre iba a ser de un solo día"
en lugar de dos días, como suele ser habitual, según fuentes aliadas.
La cumbre de la OTAN podría no celebrarse como tal en la
nueva sede de la Alianza por los retrasos acumulados en las obras, según
fuentes aliadas, que han explicado que incluso se baraja alquilar algún
centro de conferencias "en el centro" de la capital. Ello podría
facilitar eventualmente también "una cena conjunta" con la Unión
Europea.
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