MADRID.- La
inversión China se ha disparado en España en los últimos años. Desde
edificios a equipos de fútbol, pasando por empresas de recogida de
basuras, parece interesarles todo. En los últimos meses el inversor del país más poblado de la Tierra se ha marcado otro objetivo: las universidades españolas. Un interés paralelo a la avalancha de estudiantes chinos que están llenando las aulas españolas.
Son
por una parte los descendientes de padres chinos pero que han nacido
aquí y tienen nacionalidad española y por otra de jóvenes que aún
residen en China, pero que están cada vez más dispuestos a conseguir una
enseñanza superior o máster dentro de nuestras fronteras. Antes solían
acudir a centros docentes de otros países Occidentales, pero ahora están
aterrizando en nuestro país.
Son jóvenes en muchos
casos de familias pudientes, sobre todo del Sur de China, que estudian
en el extranjero pero con la mente puesta en el retorno a su país. El
problema está en que una vez realizado un máster o una carrera
universitaria en España los estudiantes chinos titulados no pueden
utilizarlo en su país de origen puesto que los estudios conseguidos no
están homologados.
El desembarco de capital oriental
puede facilitar el proceso de convergencia de planes de estudio y de
homologación, algo que aceleraría el negocio que genera este tipo de centros docentes de alta cualificación
al atraer un flujo de jóvenes que se espera creciente en los próximos
años. Un 1% aproximadamente de los chinos que estudian fuera de su país
lo hace en España (más de 4.000 al año) si bien en nuestro país ya son
el principal contingente entre los universitarios extracomunitarios,
según datos facilitados por Abc.
El diario ABC explica
que, además, España representa para los inversores el trampolín hacia
Latinoamérica, uno de los grandes frentes de negocios que tienen ahora
como objetivo, la nueva tierra prometida para sus negocios.
En China, sus universidades ocupan el puesto 39 de las 200 primeras de las economías emergentes.
China es la nación más representada en el ranking, mientras que cinco
instituciones chinas se encuentran entre las 10 primeras, incluyendo a
la Universidad de Pekín y a la Universidad Tsinghua, que ocupan los dos
primeros sitios entre las instituciones chinas.
Doce universidades españolas aparecen entre las 500 mejores del mundo, según la Universidad china de Jiao Tong,
que cada año publica el Ranking Académico de las Universidades del
Mundo. La Universidad de Barcelona vuelve a aparecer, al igual que en
2014 y 2015, entre las 200 mejores del mundo; en concreto, en el puesto
175.
Le siguen en la lista, la Autónoma de Madrid (202),
que sigue manteniéndose como en los últimos años entre las 300 mejores
del mundo, y la Universidad de Granada (266), que asciende hasta
colocarse también en el «top 300». Deja este año de estar entre las 300
mejores la Autónoma de Barcelona (301) y también desciende al de las 400
mejores la Complutense de Madrid (310). Vistos estos datos, los
inversores chinos tienen mucha tarea en España si quieren mejorar los
rankings.
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