ATENAS.- El primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentará en
Bruselas unos presupuestos generales para 2019 que incluyen su promesa
de revocar el décimo tercer tijeretazo a las pensiones, un paso con el
que persigue estimular la economía y reconquistar a los votantes ante el
año electoral 2019.
El borrador remitido este lunes
al Parlamento contempla dos alternativas, una que prevé el recorte
acordado con los acreedores y una sin este nuevo tijeretazo.
En el escenario base del borrador, que se presentará el
próximo día 15 ante la Comisión Europea, se recoge el citado recorte,
que afectaría a casi la mitad de los dos millones de jubilados, con
reducciones de hasta un 18 % a sus pensiones.
En este
caso, el superávit primario previsto es del 4,14 % del Producto
Interior Bruto (PIB), claramente por encima del objetivo del 3,5 %
fijado para la era posrescate.
La versión alternativa evita este recorte y prevé un superávit primario del 3,55 %, es decir, justo por encima de la marca.
A pesar de que esta medida le costará a la caja de pensiones (EFKA)
unos 2.200 millones de euros, el Gobierno espera que no tenga un impacto
negativo sobre la economía, pues la inyección de liquidez a los hogares
servirá para fomentar el consumo.
"No cabe duda de
que revocar el recorte de las pensiones tendrá un efecto positivo
importante sobre el Producto Interior Bruto (PIB), de entre un 0,1 % y
un 0,2 % en el primer año. A partir del segundo año el efecto positivo
será más pronunciado, tanto en lo que respecta al PIB como al índice del
desempleo", explica a Efe el profesor de Economía en la Universidad de
Atenas Panayotis Petrakis.
El catedrático sostiene
que en el primer año en torno al 40 % de estos 2.200 millones de euros
volverán a las arcas del Estado gracias a un incremento de la
recaudación fiscal.
El incremento del consumo de los
hogares es de importancia capital para mantener el crecimiento de la
economía, pues según los datos de la agencia de estadísticas helena
(Elstat), las inversiones privadas están estancadas.
El Estado, a su vez, está manteniendo las inversiones públicas por
debajo de los objetivos presupuestarios para así poder lograr el
superávit primario.
Mientras que Petrakis es
optimista respecto al impacto positivo que tendrá sobre la economía el
hecho de no bajar nuevamente las pensiones, no lo es cuando piensa en el
superávit primario.
"Si se revoca el tijeretazo de
las pensiones tengo miedo de que sea difícil alcanzar el objetivo del
3,5 % del PIB. Y en este caso, el Gobierno deberá adoptar nuevas medidas
de austeridad", sostiene.
Precisamente el temor a
que, apenas abandonado el rescate, Grecia pueda sufrir un nuevo
descarrilamiento presupuestario, hace que los acreedores vean con
reservas esta decisión.
El Gobierno, por su parte,
que siempre rechazó la necesidad de esta medida, argumenta que la
evolución de las arcas de la Seguridad Social en 2018 demuestra que no
hay riesgo de descarrilamiento.
Prueba de ello, dice
el Ministerio de Trabajo, es que en lugar del déficit de 700 millones de
euros calculado en 2017 para este 2018, los datos demuestran que habrá
un superávit de entre 1.200 y 1.500 millones.
A pesar
de los sucesivos tijeretazos que llevaron a que los jubilados perdieran
el 40 % de su poder adquisitivo, en los ocho años de crisis las
pensiones se habían convertido en el sustento de muchos hogares.
En un país vapuleado por índices de desempleo que en sus peores
momentos rozaron el 28 %, el jubilado se convirtió en la única fuente de
ingresos de muchos hogares.
Según los datos del
Ministerio de Trabajo, la pensión media se sitúa actualmente en 722
euros mensuales brutos (894 euros para los que cobran un suplemento de
pensión).
"La mayoría de los puestos de trabajo
creados en los últimos años son a tiempo parcial, con salarios por
debajo del mínimo interprofesional. Por eso las pensiones siguen siendo
para muchas familias la fuente principal de ingresos", señala Jristos
Gulas, director del Instituto de Trabajo (INE) del sindicato del sector
privado, GSEE.
Para Tsipras revocar esta medida se
puede convertir en una cuestión de supervivencia política, con un año
electoral en puertas, y ante una población desencantada de su gestión
bajo el corsé del rescate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario