ROMA.- Italia está preparando un
rescate estatal para el banco Monte dei Paschi di Siena después de que
las esperanzas de que la entidad fuera salvada con fondos privados se
desvaneciesen tras la decisión de dimitir del primer ministro Matteo
Renzi, dijeron el martes fuentes conocedoras del asunto.
Una de ellas dijo que el Gobierno podría emitir un decreto que autorice el acuerdo tan pronto como este fin de semana.
Monte dei Paschi debe levantar 5.000 millones
de euros para finales de diciembre si quiere evitar el riesgo de ser
desmantelado, aunque los inversores son reacios a dar dinero después de
que Renzi perdiera un referéndum el domingo y anunciase sus planes de
renunciar al cargo.
Se espera que abandone su cargo en días y podría ser sustituido por su actual ministro de Economía u otro líder político.
Unas posibles elecciones anticipadas podrían
celebrarse el próximo año, lo que elevaría la preocupación entre los
inversores de que un partido contrario al euro pueda llegar al poder.
Italia probablemente inyecte dinero público a
Monte dei Paschi bajo lo que se denomina recapitalización preventiva,
dijeron tres fuentes conocedoras de la situación, para evitar el
derrumbe del banco y que desencadene una crisis bancaria más amplia.
Tal crisis podría desestabilizar todo el
sector, con préstamos morosos por 360.000 millones de euros, e infligir
fuertes pérdidas de decenas de miles de millones a los italianos
corrientes que tienen posiciones de deuda junior en el banco.
El consejero delegado de la entidad, Marco
Morelli, estaba en Fráncfort el martes para hablar con responsables del
Banco Central Europeo sobre las opciones de la entidad, dijeron otras
fuentes.
Monte dei Paschi, calificado como el más débil
en las pruebas de estrés bancarias europeas este verano, había planeado
preparar un rescate con fondos privados, comenzando por un compromiso
de uno o varios de sus inversores y luego vendiendo un paquete de
acciones esta semana.
Sin embargo, las fuentes conocedoras del
asunto dijeron el lunes que los bancos de inversión que estaban
alineados para suscribir ese plan, liderados por JPMorgan y Mediobanca,
habían dejado en suspenso el acuerdo por la incertidumbre política.
El acuerdo contemplaba que se pudiera
suspender por condiciones de mercado adversas. Una fuente dijo que
tomarían una decisión el viernes, pero que eran pocas las probabilidades
de que saliera adelante ahora.
Monte dei Paschi tenía sus esperanzas puestas
en que el fondo soberano catarí inyectase hasta 1.000 millones de euros,
pero banqueros cercanos al consorcio dijeron que el fondo y otros
posibles inversores querían esperar para ver qué clase de gobierno
sucedía a Renzi.
El presidente italiano, Sergio Mattarella,
pidió a Renzi que se quedara en el cargo hasta que el Parlamento apruebe
el presupuesto de 2017, algo previsto para el próximo miércoles.
Eso a cambio ha retrasado la formación de un
nuevo gobierno, haciendo más difícil persuadir a los inversores para que
se comprometan.
"Quedándose Renzi ya no hay tiempo", dijo una de las fuentes.
Una inyección de dinero público conllevaría
pérdidas para los inversores institucionales que tienen deuda junior de
Monte dei Paschi, en línea con las normas europeas para lidiar con las
crisis bancarias.
El banco ya había levantado algo más de 1.000
millones de euros con la conversión de bonos subordinados en capital
como parte de su plan de rescate privado.
Roma quiere evitar que se impongan pérdidas a
los inversores minoristas, que tienen 2.100 millones de euros de la
deuda junior del banco.
Una de las fuentes dijo que las posiciones de
deuda de estos inversores podrían garantizarse en hasta 100.000 euros
para cada uno, en línea con las normas para proteger los depósitos.
Otra de las fuentes dijo que una reunión del
consejo del banco prevista para el martes tendrá lugar ahora el
miércoles o el jueves.
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