LONDRES.- El enconamiento de las negociaciones del gobierno británico con la
Unión Europea para llegar a un acuerdo sobre el ‘brexit’ es cada vez más
grande y eleva la tensión interna en el Reino Unido y con los
principales países de la Unión. Ambas partes se acusan de cambiar sus
posiciones respecto a lo que negociaron antes de la reunión de líderes
europeos en Salzburgo (Austria), quienes rechazaron la oferta de la
primera ministra, Theresa May.
Sin embargo dos días después se ha conseguido rebajar la tensión y
las partes vuelven a estar dispuestas a negociar. Las declaraciones de
May diciendo que no podía saltarse lo que los britanos habían votado en
el referéndum y sus exigencias para que la UE planteara una alternativa,
se ha visto suavizada este sábado de la mano del ministro de Exteriores
del Reino Unido, Jeremy Hunt.
En declaraciones a la BBC, Hunt hizo un llamamiento a los líderes de
la Unión Europea para evitar el “abismo” que a sus ojos supondría un
‘brexit’ sin acuerdo.
“Creo que es el momento de que la gente en la Unión Europea dé un
paso atrás del abismo, se sienten y hablen con nosotros sobre cómo
podemos hacer propuestas razonables, concretas y que realmente
funcionen”, dijo Hunt en una entrevista con el canal BBC Radio 4.
Al evaluar el resultado de la cumbre informal de Salzburgo celebrada
esta semana, en la que la UE rechazó la propuesta del Reino Unido sobre
su salida del bloque comunitario, el ministro británico consideró que
todavía es posible acercar posiciones entre ambos lados del Canal de la
Mancha.
El jefe de la diplomacia británica advirtió, sin embargo y en línea
con lo que había dicho May, de que es “contraproducente” y un “insulto” a
los británicos que votaron a favor del ‘brexit’ poner sobre la mesa
propuestas que obligan a “romper el país”.
Hunt se refería así al mecanismo de emergencia que ha propuesto la UE
para que Irlanda del Norte se mantenga en la unión aduanera comunitaria
para evitar una frontera dura con la República de Irlanda, un plan que
el Gobierno de la primera ministra conservadora, Theresa May, ha tachado
de “inaceptable”.
Hunt evitó descartar que el Ejecutivo pueda buscar un acuerdo de
libre comercio más simple que el que ha propuesto hasta ahora a la Unión
Europea para facilitar que se llegue a un pacto en las próximas
semanas.
“No estoy descartando nada”, subrayó el titular de Exteriores, que
puntualizó que prefiere el plan que ha presentado May en Bruselas a
otras alternativas porque “funciona mejor en la frontera norirlandesa”.
El propio presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, alabó este
viernes su relación con May y aseguró “La postura del Reino Unido
presentada antes y durante la reunión de Salzburgo fue sorprendentemente
dura y, de hecho, inflexible (…) Si bien entiendo la lógica de las
negociaciones, sigo convencido de que un compromiso, bueno para todos,
aún es posible”, indicó Tusk en un comunicado.
“Digo estas palabras como un amigo cercano del Reino Unido y un
verdadero admirador de la primera ministra May“, concluyó el político
polaco.
Presión al Partido Laborista para pedir otro referéndum
Mientras, el partido Laborista se encuentra bajo la presión de
celebrar su conferencia anual con numerosos llamamientos para que apoyen
un segundo referéndum para volver a votar si los británicos quieren
salir de la UE o no. Algo que hasta ahora el partido de la oposición no
ha hecho y se ha limitado a pedir nuevas elecciones.
La campaña “People’s Vote” (el voto del pueblo), que pide la
celebración de ese plebiscito, quiere encontrar en el congreso anual que
se celebra a partir de mañana en la ciudad inglesa de Liverpool el
apoyo del aparato del partido para alcanzar su objetivo.
Para ello, persigue que diputados y activistas que respaldan las
demandas del grupo presenten una moción que consiga que la formación,
liderada por el izquierdista Jeremy Corbyn, apoye oficialmente una nueva
cita con las urnas.
La encuestas dicen que Corbyn podría ganar hasta 1,5 millones votos si convocara un referéndum.
El laborismo, que defiende una unión aduanera con la UE, ha centrado
en los últimos meses su estrategia de oposición en criticar el plan
presentado por la primera ministra británica, la conservadora Theresa
May, para el ‘brexit’.
Una propuesta que ha recibido las críticas de los restantes miembros
del bloque comunitario, así como dentro de sus propias filas y de la
oposición británica.
“Tan solo quedan unas pocas semanas antes de que el acuerdo deba
quedar firmado y la primera ministra no puede seguir ignorando esa
realidad. Tiene que retirar de forma urgente sus líneas rojas y poner
sobre la mesa un plan creíble, señaló la portavoz laborista sobre la
salida de la UE, Keir Starmer, esta semana.
Un asunto del que se debatirá a partir de este domingo en la
conferencia anual, en la que a lo largo de tres días se celebrarán
diversas conferencias para abordar la política laborista en el Reino
Unido.
Este partido se sitúa a la cabeza del país por número de afiliados,
con 540.000 inscritos en abril de 2018, 416.500 más que el Conservador, y
de los cuales la formación espera a alrededor de 13.000 en el congreso.
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