BRUSELAS.- La organización ecologista
Greenpeace pidió hoy a la Comisión Europea (CE) que prohíba "de manera
completa" los pesticidas neonicotinoides, a los que se responsabiliza de
alterar las poblaciones de abejas y otros polinizadores.
En un informe hecho público hoy en Bruselas, Greenpeace urge al
Ejecutivo comunitario a extender la prohibición de estos plaguicidas,
muy utilizados en la agricultura intensiva en el norte de Europa, más
allá de la adoptada en 2013, en la que la CE restringió el uso de tres
variantes, clotianidina, imidacloprid y tiametoxam.
El experto de la organización y uno de los responsables
del informe, Dave Goulson, pidió a la CE "extender" la restricción
comunitaria actual dada la "evidencia" de la diseminación de este daño
para el medio ambiente.
"Más allá de las abejas, los
neonicotinoides pueden vincularse a caídas de población en mariposas,
pájaros e insectos acuáticos", argumentó.
El portavoz
de Medio Ambiente de la CE, Enrico Brivio, afirmó hoy que "todas las
restricciones" de 2013 "están en vigor", y anunció para este 2017 "un
debate en el comité técnico" del Ejecutivo con todos los Estados
miembros en el que la institución "decidirá cómo proceder" a raíz de la
publicación de este informe.
Las restricciones de
2013 estuvieron basadas en una serie de evaluaciones de la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que alegaban que estos
pesticidas eran dañinos para las abejas.
El portavoz
defendió que la UE "se toma la protección de las abejas muy en serio" y
que está a la espera de nuevas evaluaciones de la EFSA, que
previsiblemente se publicarán en otoño.
Greenpeace
alega que estos pesticidas perjudican a las poblaciones de abejas,
abejorros, mariposas e insectos de agua y que tienen "posibles efectos
de propagación" en la cadena alimentaria.
El
responsable de Agricultura en la organización ecologista, Marco
Contiero, consideró que "la ciencia muestra que estos pesticidas son
omnipresentes y que están persistentes de manera más amplia en el medio
ambiente, no solo en los campos agrícolas".
El
informe recoge que, desde que se aprobaron las restricciones de 2013, ha
habido hallazgos científicos que revelan riesgos de migración de los
neonicotinoides y su persistencia en los suelos agrícolas, canales y
parte de la vegetación no agrícola.
También recoge
estudios que vinculan el uso de neonicotinoides en áreas agrícolas a las
caídas poblacionales de mariposas, abejas y otros pájaros insectívoros
en tres países de la UE.
"Un debate sobre los riesgos
del uso de estos pesticidas en áreas no agrícolas es necesario de
manera urgente", subrayan los autores del texto.
La
organización ecologista defiende el papel "crucial" de especies
polinizadoras como la abejas en la producción agrícola y alimentaria y
alega en el informe que "tres cuartas partes de los cultivos del mercado
global dependen de ellas en cierta medida".
Sin
embargo, estos insectos se encuentran en dificultades serias y la caída
de su población "es un síntoma de un sistema agrícola e industrial
fallido", critican.
Según Greenpeace, la solución
pasa por "un movimiento hacia la agricultura ecológica", como vía para
"proteger los polinizadores y salvaguardar sus inestimables servicios
para el beneficio de todos".
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