FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) considera que prolongar los estímulos monetarios durante nueve meses a
60.000 millones de euros mensuales "permite una presencia en el mercado
más sostenible y, por lo tanto, una transmisión más duradera de las
medidas de estímulo".
Así se desprende de las actas de la
reunión de política monetaria del 8 de diciembre, publicadas hoy, en la
que el consejo de gobierno del BCE decidió prolongar las compras de
deuda pública y privada nueve meses, en vez de los seis que esperaban
los mercados, pero reducir el volumen de adquisición mensual desde
80.000 hasta 60.000 millones de euros a partir de abril de 2017 y hasta
diciembre.
El consejo discutió dos opciones:
prolongar los estímulos seis meses a un ritmo de 80.000 millones de
euros mensuales o nueve meses, hasta diciembre de 2017, pero a un ritmo
de 60.000 millones de euros mensuales.
Se analizaron "ambas opciones
equivalentes en términos de su capacidad de preservar el grado actual de
expansión monetaria", según las actas.
El BCE tuvo en cuenta al tomar la
decisión, aprobada por amplio consenso, que se va a mantener la
recuperación económica de la zona del euro de forma moderada, pero que
la incertidumbre política y económica y el lento ritmo de implementación
de las reformas estructurales pueden disminuir las perspectivas de
crecimiento.
La entidad añade en las actas de la
reunión que pensó que "volver al ritmo original de 60.000 millones de
euros mensuales sería consistente con el ritmo gradualmente firme de la
recuperación".
Hace hincapié en que, si las
perspectivas se vuelven menos favorables o si las condiciones
financieras se convierten en inconsistentes con el progreso para lograr
un ajuste de la inflación duradero, el consejo de gobierno volverá a
comprar deuda por valor de 80.000 millones de euros mensuales.
La entidad monetaria destaca que se han
revisado a la baja las perspectivas para la inflación subyacente, la que
descuenta los elementos más volátiles como la energía y los alimentos.
Asimismo, indica que la subida de la inflación los próximos años depende mucho de la expansión monetaria.
Por ello, el consejo de gobierno
considera que prolongar los estímulos le permitirá cumplir su objetivo
de estabilidad de precios, que define como una tasa de inflación
cercana, pero por debajo al 2 % a medio plazo.
El BCE va a comprar deuda pública y
privada de la zona del euro, también la emitida por empresas, por valor
de 2,2 billones de euros.
En las actas resalta que todavía se
desconoce el impacto del voto del Reino Unido a favor de salir de la
Unión Europea (UE) y el resultado de las elecciones presidenciales en
Estados Unidos.
También reconoce que se mantiene una
"incertidumbre política alta" en la zona del euro, donde este año se
celebran elecciones en Francia, Holanda y Alemania, pero que esa
incertidumbre tendrá un efecto limitado en la actividad económica.
Pero el BCE también prevé que el mercado
laboral sea más dinámico este año de lo que se esperaba y que podría
dar buenas sorpresas.
El consejo de gobierno BCE, que decidió
que los bancos centrales nacionales puedan aceptar efectivo como
garantía en las adquisiciones de deuda pública, calificó de importante
"enfatizar que las compras de activos del Eurosistema asegurarían que
las condiciones financieras en la zona del euro seguirán siendo muy
favorables", es decir que se mantendrá el dinero muy barato.
Además, el BCE decidió en la reunión
comprar deuda con un vencimiento mínimo de un año y con una rentabilidad
por debajo de su tasa de depósito, que es la que cobra ahora a los
bancos por sus depósitos y está en el -0,4 %.
Desde enero el BCE compra también bonos
públicos con un vencimiento de un año, cuando hasta entonces el mismo
iba de los dos hasta los treinta años.
De este modo, el BCE puede adquirir más
deuda de países como Alemania, que tiene rentabilidades negativas en los
plazos más cortos.
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